domingo, 19 de mayo de 2013

Donde digo "digo".


Digo que parezco los desperdicios de lo que debería ser,
que te fuiste y (por suerte) te llevaste toda la basura que pensábamos sobre el amor,
y me dejaste acá, rabiosa, inteligente y sola.

Menos mal que me quedó el resentimiento y las ganas de matarte.
menos mal que es domingo y está lloviendo, qué alegría.
Menos mal que tengo un montón de libros de poesía
y que puedo imaginarme que te arranco el corazón y le vomito encima,
de puro tierna que soy.

Me encanta la mujer desencantada y cínica en que me convertiste,
no me preocupa que me mientan, yo miento primero.

No me preocupo por las hojas que caen mecidas por el viento del otoño precoz,
ni por el cuarto creciente finito y blanquísimo que se parece a los pedazos de uña
que me arranco cuando me pongo nerviosa.
Ya no me interesa el vapor del aliento que se condensa en los vidrios de las ventanas como condenando a mis palabras torpes a morir hechas gota de agua sucia.
Ni me fijo en la brutalidad de las olas enardecidas en los muros de la rambla cuando hay tormenta, o en la poesía de unos labios gruesos rajados por el frío hiriente de la madrugada.

Me gusta, me gustan mi mirada recelosa y mis ojos entrecerrados.

Las manos de la protesta (Oswaldo Guayasamin)



martes, 5 de marzo de 2013

La verdadera fiesta de guardar

No es un día para ser gracioso, 
no es un día para ser poeta, 
no es un día para tomar una grappita, 
no es un día para hacer un asado, 
para leer cómics, para jugar a la play, para salir de compras. 

No es un día para fumar un porrito,
para andar en skate, para leer a Kafka o a Nietzsche. 

No es el momento de encontrarse con los amigos a reírse de los padres o de las novias. 

No es un día para jugar fútbol cinco. 
No es un día para una cena a la luz de las velas, 
para mirar House o The walking dead, 
para elegir cortinas, 
para mirar las estrellas, 
para subir al faro, 
para salir a caminar por el rosedal. 

No es un día para encontrarse en La Triple con los pibes del Complejo América. 

Hoy no es un día porque hoy, hoy son todos los días, 
hoy es la historia de un montón de gente y de paisitos 
que quedaron varados en un pueblucho de mierda que se llama Desazón.

miércoles, 20 de febrero de 2013

El gato no llora.

Sus ojos casi incorpóreos se traslucen como una bola de destino.
Desde su altura infinita se detiene a escucharme.
Un oráculo, una entidad superior que desconoce  los asuntos cotidianos en los que gasto mis horas.
En dos saltos impecables me trae su sonrisa de cuarto menguante,
Inclina la cabeza y me habla en su lengua milenaria,
 que yo, muy idiota, aun no he aprendido.
Las vueltas de su lomo, brillantes montañas azules que se giran  y se enredan en mis pies.
 Y yo con mi torpeza bípeda, trastabillo y lloro. Yo sí lloro.

                                                           Smoking cat (Leila Ataya)

jueves, 31 de enero de 2013

Sería así.


Sería poesía tu boca sigilosa, incólume.
Vestigio de las inacabadas horas que nos encontraron
revolcándonos en la piel y la sonrisa del otro,
sería intenso admitir que los brazos con que me alimentas
tienen el furor enardecido del adolescente eyaculador  tardío.
Es imprescindible reconocerte las hojas muertas
(volando mariposas-grises-empolvadas),
 revolviéndose en los rincones otoñados que yo creía muertos.

Y me apremia la idea  de gritarte poemas-palomas-vino-blanco-dulce
de noches estivales que se llevan tu cabeza y la mía,
y mis ganas de que el invierno llegue pronto.

Como si no fuera más que un soplo de virgen ansiosa,
como si no fuera más que el gemido de un perro que se muere,
el gato agazapado cazándote los pies debajo del sillón.
Como si no fuera más que las mentiras que me cuenta una pobre vieja,
más que un niño que se ahoga con su primer oxígeno,
o la marca borroneada de las cicatrices que nos dejaron antes.

Como si las cosas tuvieran un orden y una lógica y una verdad, así te espero.
"El beso" (Gustav Klimt)