martes, 7 de enero de 2014

Pesadillas de verano.

¿Cómo entrar en los turbios y absurdos detalles
del deseo propio y ajeno?

Si sirviera de algo el recuerdo, 
eterno suplicio del alma atormentada,
sumida en su propio delirio de noches caminantes.

Con los sueños de fantasmas que vuelven,
me miran indiferentes, rehacen sus vidas.

No puedo dormir sin apretar los dientes,
como si apretaran entre sí la inhóspita certeza de la soledad,
mientras una puerta se cierra de golpe en algún rincón de la casa.

Aparecen los pájaros,
los pájaros oscuros y brillantes,
volando al ras, lanzando sus agudos augurios
de whisky barato y cosas que se pierden.

[Anoche soñé que se me perdían los lentes.

Cada día veo peor.

Hoy no fumé ni un cigarro.

Tengo un amigo internado en el Pasteur.

Mi viejo me regaló un peluche.

Verónica me regaló esta libreta.

Hace cuatro días que espero tu llamada.]


Tengo el pecho inquieto y los pechos turgentes,
y urgentes.

Me entierro las palmas en los ojos,
y veo colores como los de las plazas montevideanas, 
y me trago la sal que baja como un flagelo
por mi garganta atolondrada,
se posa en mis labios que tiemblan, se aprietan, se fruncen, 
se hunden entre mis dientes que los muerden.


[Es la quinta vez que escucho una canción que no me gusta.]


All in a dream. (Stella Im Hultberg)

1 comentario:

  1. Usted es una verdadera Patafìsica, ya que los "Patafísicos son aquellos que hacen de manera consciente lo que los demás hacen de manera inconsciente"

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